Procuraduría de Derechos Humanos firma convenio con Copaz
María José Uriarte R. [email protected]
La Procuraduría de Derechos Humanos y las Comisiones de Paz (Copaz) suscribieron ayer un convenio de colaboración para trabajar en la defensa y promoción de los derechos de los ciudadanos en las comunidades donde no hay representación de esa institución.
Las Comisiones de Paz, que surgieron bajo los auspicios de la OEA en 1995 ante la preocupación por la violencia que ejercían grupos rearmados que afectaban de manera directa a las comunidades campesinas, en los últimos tres años han atendido un promedio anual de 1,400 mediaciones de violencia intrafamiliar, 990 mediaciones en problemas menores de propiedad, 680 mediaciones entre vecinos, 350 mediaciones de violencia contra menores y entre adultos, y un total de 12,284 mediaciones desde su inicio en 1995.
Enrique Rizo, de la comunidad de El Cuá, recuerda que el movimiento lo iniciaron campesinos analfabetas, con algún nivel de liderazgo en sus comunidades, que también en determinado momento pertenecieron a grupos armados de uno u otro bando durante los años 80, pero que entendían que la solución a los problemas no era a través de las armas, por lo que no se debía seguir permitiendo que imperara la ley de la selva.
“Lo más difícil era contar con el valor y el coraje para enfrentarse a esos grupos rearmados, desde un punto de vista pacifista, les dijimos que la guerra no era el camino y que la solución a los problemas era unirnos, reintegrarnos a la vida civil, para que así pudiéramos unidos trabajar en la reconstrucción del país”, expresa.
En este momento las Comisiones de Paz cuentan con 3,755 promotores en las zonas central y norte del país, a pesar de que los conflictos armados quedaron atrás, ellos consideran que la paz total no se ha alcanzado, porque siempre hay quienes consideran que las cosas sólo se resuelven por las armas, tal es el caso de quienes durante el proceso de desarme en 1997, depusieron las armas esperando que se les retribuyera con tierras para empezar de nuevo, promesas que aún no les cumplen.
“Empezamos de cero y creemos que hemos alcanzado un 80 por ciento de la paz anhelada”, señala Neftalí Pineda, quien asegura que si no tuvieron bajas fue porque su lucha se limitaba al diálogo.
Carmela Amador, de Mulukukú, asegura que las Comisiones de Paz promueven el desarrollo de la mujer, brindándole una mayor apertura en el trabajo que realizan, considera que el trabajo de mediador con el que iniciaron ha venido evolucionando para ayudar a las comunidades a obtener mejores condiciones.
La Copaz, que se originó para encontrar una salida a los conflictos armados, ahora realiza otras funciones. Durante las elecciones, los promotores apoyaron al Poder Electoral con el Plan Mochila, donde entregaban su cédula de identidad a los campesinos de las zonas más remotas.