Novedoso sistema para aguas pluviales

  • Sistema de infiltración permitirá, según inversionista, que sólo el 25 por ciento del agua de lluvia corra hacia los vecinos

Mario José Moncada

Inspirado quizás en su profesión de cirujano plástico, Mauricio Mendieta, también empresario, ha combinado los conceptos ecológicos, estéticos y de solidaridad en su proyecto de urbanización que construye al sur de Managua, en las cercanías de los Altos de Santo Domingo, en terrenos a 400 metros sobre el nivel del mar.

En este proyecto conocido como urbanización Bosques de San Isidro ha querido poner en práctica un sistema de infiltración para el tratamiento de las aguas pluviales, el cual permitirá que sólo el 25 por ciento del agua de lluvia corra hacia el vecino, si se trata de inviernos extremos. Además de otro sistema subterráneo para la instalación del servicio de gas domiciliar, sin olvidarse del tema ecológico con la plantación de más de 1,300 árboles que forman pequeños bosques.

La urbanización de 20 manzanas de extensión está en etapa de construcción y en ella ha invertido tres millones de dólares que, según asegura, ha sacado de sus bolsillos, de financiamiento bancario y también de parte de la venta de los primeros lotes.

Managua, una ciudad cuya población se estima en 1.2 millones de habitantes, está creciendo hacia el sur, buscando la Carretera a Masaya, hacia las zonas altas de la región, y de donde precisamente bajan los fuertes torrentes que cada invierno causan estragos en el casco urbano de la capital ubicado a 80 metros de altura sobre el nivel del mar.

RED DE POZOS

Mendieta por ello dice que aunque cuesta dinero, entre 80 mil a 100 mil dólares, es que ha decidido dar el ejemplo entre quienes se dedican a los proyectos de desarrollo urbano, instalando un sistema de infiltración para las aguas pluviales “pensando en la solidaridad y en el principio del buen vecino”.

En toda la propiedad se está construyendo este sistema, el cual consiste en al menos cinco grandes pozos por donde se filtrará el agua pluvial, además de otros 17 pequeños.

El “corazón” lo constituyen estos cinco grandes pozos, cada uno con una profundidad promedio de 6.80 metros, con tres metros por dos de ancho, más otro metro de infiltración en lo profundo del pozo, en el cual se coloca una capa de la llamada “geotela” que impide el paso de sedimentos.

Cuando llueva la mayor parte del agua deberá infiltrarse en estos pozos, pero como cada siete años se presentan períodos de inviernos con fuertes precipitaciones y “como la tierra tiene una capacidad de absorción” Mendieta asegura que en estas situaciones entre el 20 al 25 por ciento de las aguas seguirán corriendo hacia el vecino, con lo cual dice se está evitando un impacto mayor.

“Con ello logramos básicamente tres cosas: alimentar el manto freático y las aguas subterráneas, menos erosión en el suelo porque según las estadísticas en Nicaragua perdemos por la erosión el 0.75 por ciento de la capa vegetal, y un menos caudal de agua hacia la ciudad, con lo cual estamos disminuyendo las inundaciones”, dice.

En la urbanización también se instaló una tubería de gas subterráneo, para formar una red de distribución de gas domiciliar, proyecto que estuvo a cargo de especialistas mexicanos.

Para ello se importó un tubo flexible que va enterrado entre una capa de arena para que tenga cierta movilidad a la hora de un evento sísmico. El gas de cocinar será distribuido hacia las futuras viviendas, desde tres grandes tanques que serán colocados estratégica y estéticamente en fosas de concreto, para que no sean visibles, y cada vivienda tendrá un medidor de su consumo, al igual que lo tendrá para el servicio de agua potable y de electricidad.

Adicionalmente se ha plantado un pequeño bosque de media manzana de extensión y dos minibosques más para arborizar la zona.

ALGUNAS CONDICIONES

Quienes deseen adquirir algún terreno en la urbanización Bosques de San Isidro deberán tomar en cuenta tres condiciones cuando vayan a construir su vivienda, según refiere el propietario del proyecto, Mauricio Mendieta.

En la obra trabajan actualmente un máximo de 50 personas, pero en los días con mayor actividad llegó a emplear a 110 personas. Se espera que el proyecto esté terminado en agosto. Las 20 manzanas de la urbanización, están divididas en 57 lotes.

No fue posible consultar ayer a los funcionarios de la Dirección General de Urbanismo de la Alcaldía de Managua, quienes al cierre de esta edición no habían respondido.