• Pequeños productores hoy son empresarios vendiendo una excesiva cantidad de tomates de mesa en el mercado nacional

Alina Lorío L.CORRESPONSAL NUEVA [email protected]

En 25 años no se produjo nada en temporada de verano en las zonas secas de Nueva Segovia y Madriz, pero ahora el panorama ha cambiado, en los últimos dos años, para los pequeños productores que hoy se sienten orgullosos de abastecer con tomate de mesa a casi todo el territorio nacional.

Unos 59 productores de Totogalpa, Ocotal, Mozonte, San Fernando, El Jícaro, Jalapa y Quilalí, han logrado en zona seca producir de forma escalonada los 365 días del año y el maíz dejó de ser el único cultivo para conformar ahora una lista de diez rubros.

Muchos de estos productores antes cosechaban tomate criollo y chiltoma de la forma tradicional heredada por los abuelos. “Hace dos años producíamos 200 cajas de tomate en un determinado pedazo de tierra, ahora en ese mismo pedazo de tierra producimos 2,000 cajas de tomate de mesa”, resaltó orgulloso el productor Diego Salgado.

Hace unos dos años y medio el organismo conocido con las siglas de ADRA (Agencia Adventista para el Desarrollo y Recursos Asistencial) incorporó nuevas formas de trabajo con asistencia técnica gratuita, créditos y apertura de mercado justo para sus cosechas.

“Ahora vemos la agricultura no sólo como una forma de subsistencia, sino como la oportunidad de crear nuestras propias empresas”, dijo Salgado tras revelar que en este proyecto iniciaron dos productores y ahora son 59 que han empezado a ver cambios en sus condiciones de vida y ampliando la posibilidad de empleo para muchas familias que fuera de la temporada de cosecha del maíz quedaban “en la banca”.

Cuatro empresas constituidas legalmente, manejadas por los mismos productores (todos con no más de una manzana de tierra), se “turnan” para vender sus cosechas, negociar los precios y abastecer durante todo el año a la compañía Hortifruti Nicaragua (proveedores exclusivos de frutas, vegetales y granos de la Cadena de supermercados La Unión y Palí).

AHORA EXPORTAN

Salgado resaltó que nunca se soñaron producir de 100 mil a 140 mil libras de tomate por manzana, menos aún estar exportando semanalmente un camión cargado de tomate a El Salvador y abasteciendo hasta tres veces por semana a Hortifruti.

Dijo que están en disposición de continuar creciendo, incorporando además del tomate de mesa, chile dulce, chile jalapeño y chiltoma de cocina, otros productos como cebolla, remolacha, lechuga, berenjena, perejil, entre otros, que puedan abastecer el mercado nacional y exportar a los países vecinos.

METAS

Para Isidro Rodríguez, director de ADRA en Nicaragua, con los productores segovianos han logrado rebatir la tesis de que sólo en la zona húmeda se puede producir y que por el contrario todo depende de la asistencia técnica oportuna y la disposición de los productores a cambiar su aptitud tradicional.

“En esta zona hay potencial, tenemos financiamiento, nuestro programa concluye en el 2008 y estamos proponiéndonos con nuestros socios abastecer en el 2007 toda la demanda de vegetales de los nicaragüenses”, indicó el director de ADRA.

Entre el 2004 y el 2005, y lo que va del 2006, ADRA registra entre los beneficiarios del Programa de Agricultura en Madriz y Nueva Segovia un volumen de producción de más de 6 mil 300 toneladas métricas de maíz, frijoles, sorgo, tomate, cebolla, lechuga, repollo y chiltoma.

REDUCEN IMPORTACIONES

Milton Ramos, gerente de compras de Hortifruti en Nicaragua, destacó que gracias a la producción nacional la empresa ha logrado reducir las importaciones de frutas y vegetales del 60 por ciento que registraban hace dos años, a sólo el 10 por ciento en el 2005, con la meta de reducirlo a cero en el 2006.

Reveló que Hortifruti ejecuta en Nicaragua el Modelo de Responsabilidad Social Empresarial Tierra Fértil que ha permitido el crecimiento y desarrollo de más de 300 productores en los últimos once años.

Con el apoyo de organismos cooperantes, ahora estos pequeños agricultores gozan de condiciones justas de mercado, asistencia técnica gratuita, programación de sus cultivos, innovación en la diversificación de la producción, nuevas prácticas en el manejo racional de aguas para riego y planes de conservación del medio ambiente, manifestó.

IMPACTO SOCIOECONÓMICO

662,253córdobas lograron los productores por la venta de tomate criollo y de mesa que compró Hortifruti en el 2004.

184,887 libras fue el equivalente a esa compra realizada por Hortifruti.

1.5 millones de córdobas significaron las ventas en el 2005.

593,695 libras fue la venta de estos productos lograda el año pasado.

5 años atrás todo el bróculi que se consumía en Nicaragua era importado, hoy todo el que se consume en el mercado nacional es producido por los agricultores nicaragüenses.