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La fabricación de vehículos que funcionan a base de hidrógeno está empezando a ganar terreno, aunque a menor escala. La empresa Ford, por ejemplo, está experimentando con vehículos de este tipo, pero cuyo costo asciende a 1.3 millones de dólares. Hasta la fecha la empresa ha fabricado unos 30 vehículos, ya vendidos en Europa y EE.U.U.

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SAN FRANCISCO, CALIFORNIA-EE.UU.

No requiere de gasolina, pero puede llegar a recorrer 350 kilómetros por día. No necesita del cambio de aceite y puede representar para el bolsillo de su propietario un ahorro mensual de hasta un ochenta por ciento. Sólo basta conectar el vehículo por más de tres horas a estaciones de recarga o al sistema eléctrico del hogar para movilizarse de un lugar a otro.

Es la novedosa tecnología que la industria automotriz de Estados Unidos pretende desarrollar a gran escala en los próximos años. Con ella además de dar un importante “respiro” al medio ambiente promete ayudar al sector automotriz a retomar la marcha, luego del golpe de crisis económica mundial.

El director de la Iniciativa de Protección Climática del condado de San Francisco, California, Wade Crowfoot, manifestó que “es un esfuerzo que todos los sectores, tanto los gobiernos estatales como el federal, estamos haciendo para eliminar a mayor escala las emisiones de gases que se desprenden del sector transporte”.

Hasta la fecha sólo el uno por ciento de los vehículos que circulan en Estados Unidos, que supera los 250 millones, incluyendo camiones, buses y carros, son eléctricos, especificó.

Con la aprobación y promulgación de un paquete de leyes energéticas que actualmente debate el Congreso de Estados Unidos y que es ampliamente respaldado por el Presidente, el demócrata Barack Obama, se espera que para el 2013 la fabricación de vehículos eléctricos se eleve a un 20 por ciento.

La iniciativa otorga al sector automotriz una serie de incentivos, principalmente a aquéllos que se dediquen a la fabricación de vehículos más eficientes, es decir que no dependan del uso del combustible fósil, como la gasolina y el diesel.

Los expertos en materia de cambio climático estiman que en Estados Unidos cerca del 45 por ciento de los gases contaminantes provienen del sector transporte.

PERSISTEN BARRERAS

Sin embargo, uno de los mayores desafíos que enfrenta Estados Unidos es buscar mecanismos que permitan al país sustituir la circulación de vehículos convencionales que funcionan con combustibles fósiles por automotores más eficientes.

Para eso el gobierno de Obama está dando los primeros pasos. A mediados de junio la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó, con una escasa mayoría de 219 votos, un proyecto de ley denominado “Dinero por chatarra”.

El proyecto de ley, que pasará al Senado para ser debatido y posiblemente aprobado, contempla dar un subsidio de hasta 4 mil dólares a la persona que cambie su vehículo convencional por uno más eficiente, ya sea un híbrido, eléctrico o de hidrógeno.

Ese plan costará al Gobierno de Obama cerca de 1,000 millones de dólares y se espera que al menos unos 300 mil vehículos eficientes sean colocados en el mercado.

Aunque el sector automotriz se ha mostrado optimista con el plan de reactivación e incentivos a la industria anunciado por el gobierno de Obama, el sector todavía debe enfrentar una serie de barreras.

Por ejemplo, se requieren estrategias que permitan disminuir los altos costos de fabricación que implican los vehículos eléctricos para que sean más accesibles a la población.

En promedio cada uno de estos vehículos se cotiza actualmente en Estados Unidos, entre 60 mil y 100 mil dólares, lo que resulta costoso.

Diarmuid O’Connell, vicepresidente de Tesla Motors Inc., reconoce que el sector enfrenta ese desafío y ve como una opción la fabricación de vehículos eléctricos menos lujosos.

En California actualmente circulan cerca de 5,000 vehículos de este tipo. “Nuestra meta es ir bajando los precios a medida que vayamos ganando el mercado”, precisó O’Connell.

Pese al alto costo que implica la compra de este tipo de vehículos, Tesla Motors Inc. anualmente comercializa cerca de 20 mil unidades, los que en su mayoría son vendidos en Europa y Asia.

En varios puntos de Estados Unidos los gobiernos estatales están apoyando la instalación de centros de recargas eléctricas, disponibles de forma gratuita para los propietarios de vehículos eléctricos.

La mayoría de estos puestos producen la electricidad a base de paneles solares.