Aconsejan prudencia en fiestas
Con la bajada de la consagrada imagen de la Sangre de Cristo despuntaron las actividades religiosas que con motivo de la Semana Santa se desarrollan en la Catedral Metropolitana de Managua.
El padre Bismarck Conde, uno de los vicarios de ese templo católico, se unió a las recomendaciones que hacen a los veraneantes tanto la Policía como otras instituciones de socorro para evitar tragedias durante estas fechas religiosas.
“Después del don de la vida el otro regalo que Dios nos ha dado es la libertad, donde el hombre tiene que hacer buen uso de ese regalo maravilloso que Dios le ha dado (…) ojalá que pueda utilizarlo para tener un acercamiento con el Señor. Siempre exhortamos que si el tiempo es de Dios, que la familia pueda vivirlo con el Señor”, refirió el religioso.
Y en caso que acudan a los balnearios, el padre Conde aconsejó a los veraneantes a que lo hagan con madurez y con prudencia.
“Creo que el alcohol no se va a terminar en la Semana Santa, ojalá que no haya alcohol, ojalá que los titulares de los periódicos lunes de Pascua sea que las fiestas transcurrieron en paz (…) y no sea (de) cuántos accidentes, cuántos ahogados, cuántos muertos, tal vez por violencia”, dijo Conde.
Como es tradicional, ayer Vienes de Dolores la consagrada imagen de la Sangre de Cristo fue sacada de su capilla y fue colocada en un altar temporal, preparado en las instalaciones de la Catedral Metropolitana. Centenares de capitalinos se congregaron para acompañar la bajada entre vítores, agitación de pañuelos y el estruendo causado por la cargacerrada.
Una de las recomendaciones que el religioso hizo fue de cuidar sus bolsillos y sus carteras, pues explicó que hay muchos jóvenes que aprovechan el oficio religioso para robar.
“Desgraciadamente hay muchachos que le gusta lo ajeno”, lamentó el vicario de Catedral, que, aunque señaló que muchas veces es resultado de la falta de opciones, otras veces es porque se acostumbraron (a robar), lo que Conde rechazó.
Muchos como Guillermina Orellana acuden a “la bajada” por ser devota de la consagrada imagen. Otras como Ana Beatriz Ortega llegan como parte de una promesa que le hizo a Jesús después de ver cumplido el milagro de que el rostro de uno de sus hijos no se le deformó con la caída de una taza de sopa caliente. Mientras Mercedes Arauz dijo: “Yo vengo por la paz del mundo, por la paz de nuestros hogares”.
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