Cae crédito para siembra
En el ciclo agrícola 2011-2012 las microfinancieras apenas tendrán recursos para colocar créditos a unos 50 mil nuevos clientes, cuando históricamente el sector lograba financiar a cerca de 140 mil pequeños clientes agropecuarios.
De acuerdo con la Asociación de Instituciones de Microfinanzas (Asomif), para los tres subciclos de siembra de este año apenas tendrán disponible una cartera de unos 50 millones de dólares. Esto significa una caída del 37.5 por ciento con respecto al 2010, cuando dispusieron de 80 millones de dólares.
Esta cifra indica que el sector no ha logrado detener el desplome de recursos que viene presentándose los últimos tres años. Para 2008 y 2009 la cartera disponible ascendía a más de cien millones de dólares.
El presidente de Asomif, René Romero, reconoce que se trata de “una sustancial reducción” de los fondos que como sector había tenido capacidad de financiar al sector agropecuario del país.
Pero esto, sostiene, sigue siendo consecuencia de los recortes de las líneas de crédito de parte de los fondeadores internacionales ante la inestabilidad que han sufrido las microfinancieras en Nicaragua.
Romero reconoce que con este desplome de disponibilidad de fondos el más afectado serán el micro, pequeño y mediano agricultor y el ganadero, que históricamente han dependido de las microfinancieras para obtener los préstamos para financiar sus actividades productivas al no ser sujetos de crédito ante la banca formal.
“Estimo que podremos otorgar 50 mil nuevos préstamos a pequeños campesinos, agricultores y ganaderos. Es (una cifra) mucho menos cada año”, dice.
De acuerdo a informes de Asomif, el monto promedio del crédito para mujeres es de 457 dólares, mientras que el crédito promedio para hombres es de 960 dólares.
En 2008 las microfinancieras otorgaron 120 mil créditos nuevos. Para 2009 se disminuyó a 104 mil, es decir, se sufrió una contracción del 13 por ciento.
Para el 2010 la caída que se registró en la colación de créditos fue del 25 por ciento, pues apenas unos 78 mil clientes obtuvieron préstamos del sector.
Y si Asomif espera que en 2011 solo 50 mil nuevos préstamos podrán otorgarse, representa otra caída por 36 por ciento.
“Recordemos que esto está vinculado con la disponibilidad de recursos que uno canaliza con nuestros acreedores”, explica Romero.
Y es que las 19 instituciones asociadas a Asomif no lograron que los acreedores internacionales les renovaran las líneas de créditos por unos 80 millones de dólares.
DESCONFIANZA DE LOS FONDEADORES
“En la medida que haya menos disponibilidad (de fondos), habrá también menos préstamos para los agropecuarios y campesinos”, dijo Romero.
La decisión de los fondeadores responde a la desconfianza ante la inestabilidad provocada los últimos tres años por el grupo de morosos conocidos como movimiento No Pago, que agravó la crisis económica para 2008 y 2009.
Otro de los elementos que dañó al país fue la aprobación de la Ley de Moratoria por la Asamblea Nacional, donde se fijó una tasa de interés del 16 por ciento para renegociar las deudas de los morosos.
Esta ley no sirvió por cuanto a la mayoría de los 13 mil morosos que agrupa a los No Pago no les interesó renegociar en esas condiciones. Ahora pretenden que el Gobierno asuma una deuda de 25 millones de dólares que arrastran con el sector financiero, entre microfinanzas y bancos privados.
Pero la merma de recursos del sector microfinanzas significará una presión mayor a la demanda de disponibilidad de recursos para el sistema financiero nacional, especialmente para el estatal Banco de Fomento a la Producción (Produzcamos).
DISPONIBILIDAD EN EL BANCO PRODUZCAMOS
Sin embargo, de acuerdo a información del oficialista El 19 Digital, Joaquín Lovo, presidente del Produzcamos, afirmó que lo disponible para este ciclo agrícola será de 100 millones de córdobas (unos 4.5 millones de dólares).
En el país existen cerca de 300 mil productores que necesitan cada año al menos 400 millones de dólares, para sembrar en los tres períodos del ciclo agrícola: primera, postrera y apante.
El presidente de Asomif reconoce que como sector nunca antes habían tenido una disponibilidad tan pobre de fondos para el agro.
La esperanza de Romero es que “las cosas cambien paulatinamente” una vez que se apruebe y esté vigente la Ley de Fomento al Microcrédito, para que los acreedores internacionales retomen “su confianza” a las microfinancieras nicaragüenses.
Aunque cree muy difícil que el resto de 2011 los fondeadores aumenten las líneas de crédito, por lo que les tocará trabajar con los 50 millones de dólares actuales.
Por eso, dice, buscan “otras opciones” con la banca privada en el país e incluso con “otros sectores”, que Romero no quiso detallar, para conseguir fondos adicionales.
REVISAR PROPUESTA DE LEY
Los directivos de Asomif actualmente revisan la propuesta de la Ley del Microcrédito que les hizo llegar el Gobierno. Sus consideraciones luego las revisarán con el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) y un consultor facilitado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Uno de los cambios que trae esta propuesta, de acuerdo con Wálmaro Gutiérrez, diputado sandinista y presidente de la comisión económica de la Asamblea, es que la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (Siboif) no será el órgano regulador del sector microfinanzas.
Gutiérrez afirma que se pretende crear por ley una Comisión Nacional de Supervisión a las Microfinanzas, cuyos directivos serán nombrados por el presidente de la República y ratificados por la Asamblea.
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