Militza regresa a casa entre amenazas

Elízabeth Romero

Tras casi dos meses de permanecer en Miami, Florida, Estados Unidos, Militza Matute Martínez regresó ayer a Managua, con visible mejoría, tras las atenciones recibidas de parte de especialistas.

Su madre Ana María Martínez dijo que llegó más tranquila al ver el avance en la salud de su hija, pero esta alegría se vio opacada un poco por las amenazas que ella ha recibido a través de Facebook.

“Quiero que quede claro. Se cometió un delito en mi hija y yo estoy pidiendo justicia. Y por pedir justicia, un abogado aquí en Nicaragua me está mandando a amenazar que está interponiendo una demanda en mi contra y que me atenga hasta caer presa”, denunció Martínez, poco después de ingresar al Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino.

Según denunció la madre de Militza, el abogado del que omitió su nombre, intenta acusarla por un supuesto mal uso del dinero recaudado para la asistencia de su hija.

Y aunque ella apuntó que esto no ha ocurrido, alegó: “Ese dinero no me lo dio el Gobierno, yo no le voy a rendir cuentas al Gobierno del dinero recaudado por el pueblo (…), si ellos quieren que yo les rinda cuentas, que ellos me rindan cuenta del delincuente que tienen todavía trabajando en la Universidad de Venezuela”.

“Yo no fui a Estados Unidos a hacer compras”, insistió Martínez, tras referir que cuando salió a pasear durante su estadía en Miami fue como parte de la terapia a su hija. Y advirtió que pese a lo que intenten hacer, “no me van a detener”.

VIOLADA EN VENEZUELA

Militza fue violada en la Escuela Latinoamericana de Medicina Doctor Salvador Allende, en Venezuela, donde cursaba estudios de Medicina becada por el gobierno inconstitucional de Daniel Ortega, el cual no ha respaldado la demanda de la madre de que se haga justicia.

El abogado que amenaza a Martínez, además alega que Militza no fue violada. “Si él tiene las pruebas que me las ponga sobre la mesa, que las mías yo las tengo”, sostuvo Martínez.

Martínez regresó muy agradecida de las organizaciones Nicaraguan Civic Task Force (NCTF) y The Sonny Foundation que la apoyaron en la atención de Militza, así como de los nicaragüenses en Estados Unidos. “Ellos nos dieron amor, nos dieron colaboración, nos dieron todo lo que a Mili aquí le habían negado, sobre todo la atención médica de un profesional”, relató Martínez.

Entre los avances que Martínez observa en su hija están que domina sus brazos, da pasos, se sienta en la cama, que anteriormente no lo hacía. Igual empieza a conversar un poco más, le dice el nombre de películas y de canciones.

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