MARTHA VÁSQUEZ

“La violaron en manada. Esos 15 y 12 años que guardarán en prisión los violadores de mi hija no serán suficientes para lo que tardará ella en reconstruir su vida y olvidar ese momento en que destruyeron sus sueños”, dijo conmovido el padre de la víctima, después de escuchar la sentencia para los agresores de su hija.

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La lectura de sentencia para el procesado Ervin Jarquín —otro exoficial de la Policía acusado por violación agravada— quedó pendiente porque la Policía Nacional no lo llevó a los juzgados ayer, explicó la juez Aleyda Irías, titular del Juzgado Segundo Especializado en Violencia de Managua.

La menor permanecerá bajo la vigilancia del Ministerio de la Familia, dijo la juez. Desde hace un mes la menor permanece en un albergue de este ministerio donde le dan tratamiento psicológico.

La lectura de sentencia estaba programada a las 8:30 a.m., pero fue leída hasta las 12 del mediodía, porque el sistema tardó en trasladar a los procesados.

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El exoficial Timerson Parrales fue condenado a 15 años de cárcel por violación agravada y Walter Téllez Mendoza fue condenado a 12 años por abuso sexual contra la niña con discapacidad intelectual.

La juez Aleyda Irías, titular del Juzgado Segundo especializado en Violencia, detalló que aplicó las penas máximas porque encontró muchas circunstancias que agravaron la pena, como la superioridad, ya que eran tres adultos y la víctima una niña de 12 años; el abuso de autoridad pues eran uniformados que pertenecían al cuerpo de seguridad de la residencia del presidente inconstitucional Daniel Ortega. Además la condición de vulnerabilidad de la niña por la discapacidad intelectual que presenta y el trauma psicológico grave causado.

La única circunstancia que los beneficia es que no tenían antecedentes penales, agregó la judicial.

Persiste el fantasma de la impunidad

Ambos procesados mantienen que son inocentes y que no hubo pruebas suficientes para condenarlos. “Con nada prueban que nosotros la violamos, que busquen a los verdaderos violadores. Dicen que es de seguridad personal. Si ustedes hubieran estado presentes hubieran visto las irregularidades, ni ADN nos tomaron”, dijo Timerson Parrales.

El padre de la víctima sostiene que hay más implicados en la violación de su hija y que la Fiscalía está ampliando la investigación. “Confío en Dios y ellos (Fiscalía) que aparecerán los demás. No nos vamos a detener, ese Julio César que está implicado debe aparecer”, dijo el padre de la afectada.

Brenda Rojas, abogada del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), dijo que era una justicia a medias porque faltan que sean procesadas las demás personas señaladas por la niña.

“Desde el inicio del proceso se dieron irregularidades por parte de la Policía Nacional porque se negó a realizar las investigaciones y fue hasta que el Cenidh presionó que se realizaron. Se dio baja deshonrosa a varias personas y no se explicó por qué”, refirió Rojas

Los hechos acusados y probados, según Fiscalía durante el juicio, sucedieron el 9 de agosto de 2012 en el sector del parque El Carmen, dentro del perímetro de seguridad de la casa del presidente inconstitucional Daniel Ortega.

Ese día —relató el padre de la víctima que tomó la palabra en el juicio—, la niña estaba en la calle con su mascota a unos pasos de su casa bañándose bajo la lluvia, los policías pasaron, “le agarraron el perro, la metieron al vehículo, le taparon la boca, la encañonaron y se la llevaron al punto donde la violaron que es a 30 metros de la casa presidencial”.

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