Lago devuelve seis cuerpos de oficiales caídos
Siguen buscando restos de militares
Cristhian Ruiz, Eddy López y Saúl Martínez
Brigadas del Ejército y la Cruz Roja encontraron ayer seis cuerpos sin vida y restos de otros, entre altos mandos y soldados de la tripulación accidentada luego que el helicóptero MI-17, en el cual viajaban, cayera cerca de la comunidad Cuatro Palos, en el municipio de la Paz Centro, a 57 kilómetros al noroeste de Managua.
En un comunicado emitido anoche el Ejército informó que han identificado plenamente los cuerpos del coronel Manuel Antonio López García, Jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, reconocido por los grados militares y la identificación encontrada. Asimismo a los tenientes coroneles Chéster Porfirio Vargas Martínez e Ildefonso José Hernández Sánchez; al mayor Oscar Antonio Silva y al soldado Osmar Antonio Acosta. Según el Ejército los cuerpos fueron entregados a los familiares. Quedaba aún pendiente de identificar un cuerpo más.
Durante el día de ayer algunos familiares fueron informados sobre el hallazgo y el estado de descomposición de los cuerpos, pero denunciaron la manera cómo el Ejército de Nicaragua ha manejado la información hasta ahora.
Se quejaron de que desconocen los detalles sobre el accidente y la búsqueda de aquellos aún desaparecidos.
Lenín Francisco Corea, llegó desde Estelí luego de conocerse la noticia para reconocer el cuerpo de su padre, el teniente coronel Francisco Corea, jefe de Personal y Cuadros, quien laboraba en el Ejército desde hace 32 años, pero dos en la Fuerza Aérea.
INCERTIDUMBRE
Las versiones extraoficiales respecto a la tragedia indican una explosión de la aeronave como la causa principal. Además, autoridades de la Fuerza Aérea comentaron a los familiares sobre las fallas en el helicóptero reportadas por la tripulación y un aterrizaje forzoso, cuatro minutos después del despegue.
“Ellos, me imagino tienen instrumentos, radares, eso no lo presentan. ¿A qué tienen miedo digo yo? ¿Cuál es el miedo a la información? Están jugando con el dolor de los familiares”, cuestionó Lenín Corea, entre lágrimas.
Los familiares de los militares desaparecidos en el accidente consideraron un insulto que las autoridades realizaran un acto póstumo en honor a ellos, ya que ellos exigen conocer el paradero de sus padres, hermanos, tíos o esposos. “Una gran incertidumbre es lo que tenemos”, expresó Corea en horas tempranas del día de ayer.
EXAMEN DE ADN
Para identificar los cuerpos recuperados ayer realizarán exámenes de ADN a los familiares, quienes llegaron a las instalaciones de la Fuerza Aérea luego de conocer la noticia del accidente.
Sandra Hernández, originaria de Chinandega, se mostró abatida por la tragedia aérea donde murió su esposo, el teniente coronel Chéster Porfirio Vargas Martínez, de 53 años, a quien catalogó como un padre ejemplar.
En su casa de la Colonia El Naranjo, recordó la última llamada que hizo a Vargas, con quien estuvo casada durante quince años. Hablaron del envío de una encomienda. Hace dos meses llegó a la casa a mostrar fotos, entre otras, de su estadía en España.
Chéster Guillermo Vargas, de 14 años, recibió la noticia de la muerte de su padre mientras estaba en una reunión para participar en un partido de futbol en el Colegio Paulo Sexto donde estudia el cuarto año.
“No sé la decisión familiar de velarlo aquí o en Managua. Él era del equipo de seguridad del presidente” comentó Hernández.
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