Ramsar con intereses ticos
Rezaye Álvarez M.
Científicos como Jaime Incer y Salvador Montenegro desestimaron la información emitida por el gobierno tico relacionada a una visita que una delegación de la Comisión Ramsar realizó en Harbour Head y emitiera que encontró daños ecológicos en el sitio donde Nicaragua abrió y cerró un caño en 2013.
Montenegro, director del Centro para la Investigación de los Recursos Acuáticos (CIRA-UNAN) afirmó que “las aseveraciones de la viceministra tica, publicadas en La Nación, no son sustentadas con explicaciones científicas, y de hecho son indemostrables técnicamente, son simples interpretaciones políticas interesadas”.
La delegación de Ramsar estuvo liderada por la colombiana María Rivera, consejera principal para las Américas del organismo ambiental.
Según la información publicada por el costarricense diario La Nación “el caño artificial abierto por el gobierno de Nicaragua de isla Portillos el año anterior habría afectado el mangle, una especie totalmente inusual en los humedales del Caribe”.
Sin embargo, Incer explicó que “la zona en disputa cerca de Harbor Head —laguna que se encuentra enteramente en territorio Nicaragüense— es un delta pantanoso, cubierto por plantas flotantes y emergentes que la misma naturaleza se encarga de regenerar, dadas las condiciones de permanente humedad que existe en esa esquina de Nicaragua”.
Montenegro Guillén amplió que la laguna de Harbour Head “se transformó de una bahía abierta en una laguna, separada del mar por una barra inestable de arena, que no ha podido colonizar el manglar en razón a la móvil naturaleza del sustrato y las corrientes de agua, tanto marinas como provenientes del río”.
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