Jairo Ugarte confesó triple crimen al juez

Jairo José Ugarte Centeno, de 23 años, admitió ayer que mató a tubazos, batazos y cuchilladas a Santos Bravo Gómez, Lucía Leticia Bravo Murillo y a Rosibel Murillo, el pasado 26 de marzo en el barrio Los Ángeles, en Managua.

Ugarte Centeno negó ante Carlos Silva Pedroza, juez Cuarto Distrito Penal de Juicio, estar siendo obligado por alguien a admitir los hechos.

“Que el Señor me perdone, los familiares de las víctimas, el señor juez y el fiscal. Yo quiero admitir los hechos, lo que pasó y le pido perdón a la comunidad y a la población que me perdone por lo que me pasó”, dijo el acusado Ugarte, de manera breve sin mostrar alguna señal de arrepentimiento por la atrocidad con que mató a la familia Bravo Murillo, en complicidad con el también acusado Nahúm Bravo Tórrez, de 25 años.

Nahúm Bravo supuestamente planificó y participó en la ejecución de los atroces asesinatos en perjuicio de su padre Santos Bravo Gómez, su media hermana Lucía Leticia Bravo Murillo y de la madre de esta Rosibel Murillo.

Nahúm Bravo, Jairo Ugarte y los acusados Orquídea Orozco, Erick Blandón y Gabriel Angulo —estos últimos tres señalados de encubridores del triple crimen—, ayer fueron llevados a los Juzgados porque la Fiscalía había solicitado una audiencia especial en la que pidió al juez que se quemaran algunas evidencias que estaban en estado putrefacto y podía poner en riesgo la salud de los policías que las estaban resguardando.

El juez Silva Pedroza aceptó la petición; los abogados defensores tampoco se opusieron. Pero cuando finalizó esta audiencia fue que se dio la inesperada admisión de hechos de parte del acusado Jairo Ugarte.

MADRE DE NAHÚM HABLA

Luego de la audiencia, Nubia Tórrez, madre de Nahúm Bravo, con la voz quebrada y entre sollozos, habló por primera vez con los periodistas a quienes expresó que está consternada por todo lo que ha sucedido.

“Estoy viviendo un sueño”, expresó Tórrez y casi al instante se soltó en llanto y paró de hablar por unos segundos.

La progenitora de Nahúm Bravo aseguró que es la primera vez que hablaba ayer con su hijo desde que este fue detenido por la Policía.

Negó que su vástago Nahúm Bravo se llevara mal con su padre Santos Bravo Gómez, no obstante aseguró que cuando era niño, su hijo sufrió maltrato de parte de su progenitor.

También aseguró que Nahúm se llevaba bien con su media hermana, la víctima Lucía Leticia Bravo Murillo.

La madre de Nahúm dijo que no se explica y no sabe cómo fue que ocurrió el triple crimen. “Yo como cristiana les he enseñado cosas de Dios (a Nahúm y demás hermanos), no sé qué sucedió”, dijo la señora, entre lágrimas.

PROBLEMAS MENTALES

Nubia Tórrez indicó que desde hace dos años ella le hablaba de las cosas de Dios a su hijo Nahúm y este siempre estaba con “la mente ida” y manifestó que su vástago nunca anduvo en las cosas malas y que no era violento.

“Parece que tenía problemas mentales (Nahúm)”, aseguró Tórrez, quien expresó que cuando le decía a su hijo que lo iba a llevar a un doctor, este le decía: “A usted es que la voy a amarrar y llevar a un doctor”.

DEBATE DE LA PENA

Ayer en el debate de la pena, el fiscal Baltasar Arévalo pidió contra Jairo Ugarte la pena de siete años de cárcel por el robo, más treinta años de prisión por el triple crimen, alegando que el acusado ejecutó los asesinatos con alevosía y ensañamiento.

La defensora pública María Vanegas, quien asistió a Jairo Ugarte Centeno pidió cinco años y seis meses de cárcel para este pues aseguró que el muchacho no robó los 2,500 córdobas al occiso Santos Bravo, sino que fue Nahúm Bravo. También pidió la pena mínima de veinte años de cárcel por cada uno de los tres crímenes que confesó haber cometido.

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