Murillo legisla “tranquilidad”
En dos documentos que suman veinte páginas enviados por correo electrónico este viernes 18 de diciembre, y sin haber realizado mecanismo de discusión alguno, la secretaria de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo, orientó una Estrategia de tranquilidad y seguridad de las familias y comunidades, que deberá ser ejecutada por instituciones públicas y las estructuras partidarias del Frente Sandinista, entre ellos los Comités de Liderazgo Sandinistas (CLS) en acciones que se inducen a la fiscalización social.
La “estrategia”, firmada por Murillo, pretende “fortalecer, cada día más, la tranquilidad, la seguridad, en todos los espacios de trabajo, vida y convivencia” lo cual, para Roberto Cajina experto en Seguridad y Defensa, puede traducirse en un intento de implementar la polémica Ley de Seguridad Soberana.
“Provocan hilaridad pero (también) preocupación esos documentos, porque está en la lógica de la Ley de Seguridad Soberana y entonces está en la lógica del dominio del trabajo de Inteligencia en la búsqueda de factores adversos, conflictos, riesgos, amenazas y como ellos se dieron la facultad de determinar qué es un factor adverso, qué es una amenaza, riesgos, todos estamos manos arriba”, analizó Cajina.
El documento, a juicio de Cajina, es peligroso porque establece un sistema omnímodo de vigilancia “y aquí hay solamente dos sistemas que hacen vigilancia de este tipo, que son el Ejército y la Policía (Nacional). Es donde se articula la lógica de la Ley de Seguridad Soberana con la lógica de este artículo, lo único es que este documento no define la estrategia, no se indican los recursos que se van a disponer para implementar, no se explica la organización o quién va a estar a cargo de la estrategia”.
Puede leer la Estrategia de tranquilidad de las familias y comunidades aquí.
Cajina lamentó que la Ley de Seguridad Soberana se haya aprobado sin ser conscientes de su trasfondo y que esta estrategia no sea motivo de preocupación. “Lo peligroso es que la sociedad no tiene conciencia de esto y por eso no hay ninguna reacción, no hubo con la Ley de Seguridad Soberana”, dijo.
TAMBIÉN RETÓRICA VACÍA
El texto no está exento de retórica vacía, con pretensiones poéticas de Murillo, que no resisten contraste con las posibilidades presupuestarias.
Es el caso del Ministerio de Salud (Minsa) aparece que fortalecerá las capacidades actuales de atención directa a la población y uno de los ejemplos es la atención y prevención de adicciones. A esto el experto reaccionó que “un solo centro de rehabilitación de adiciones no existe oficialmente en Nicaragua, los que existen son privados, esa es otra falsedad que está contenida en el mismo documento”.
Asimismo Cajina catalogó la Estrategia de tranquilidad y seguridad de las familias y comunidades como una “mezcla de poesía chovinista con aspiraciones y expectativas falsas”, donde se hace uso de la paranoia y mitomanía.
“Dice que somos los mejores y el intento es esconder las desnudez de este régimen y del país. Uno lee ese documento y parece que está viviendo en el país de las maravillas de Alicia. Hay que saber diferenciar lo bueno y ¿cómo se va a diferenciar lo bueno, con base en qué? ¿Quién lo determina?”, cuestionó.
“Ese intento de manipular sentimientos está implícito, está en una actitud chovinista que busca protegerlo de influencias foráneas, de influencias extrañas, es un tipo de razonamiento falso que solo políticos utilizan para manipular los sentimientos exacerbados para persuadir a la población y crear falsas expectativas”, agregó.
PENDIENTES DE LOS “SIGNOS DE ALERTA”
Sin embargo, en otras partes del documento Murillo llama a estar pendiente de “los signos de alerta que detectemos. Recogeremos inquietudes y propuestas (…) a fin de convocarnos a trabajar mejor en el cumplimiento de nuestros compromisos de buen gobierno”.
Referente a esto Cajina dijo que “para detectar signos de alerta necesitás una labor de Inteligencia y ahí va a caer el Ejército de Nicaragua y la Policía y la aplicación de la Ley de Seguridad Soberana”.