Costa Rica descarta de momento más casos de tuberculosis entre migrantes africanos
Autoridades sanitarias del norte de Costa Rica descartaron la existencia de más casos de tuberculosis en Los Chiles, principalmente en un albergue parroquial donde decenas de migrantes africanos reciben asistencia humanitaria a la espera de poder cruzar en algún momento hacia Nicaragua.
El director del hospital regional de San Carlos, jurisdicción a la que pertenece Los Chiles, Edgar Carrillo, explicó que la búsqueda de personas contagiadas con la bacteria que transmite esta enfermedad producto de un cerco sanitario aplicado en la zona, resultó negativo.
Esto a raíz de un caso de tuberculosis pulmonar presentado por un africano originario de Ghana, de 23 años, actualmente internado en aislamiento en el hospital de San Carlos.
El ghanés fue internado el 28 de mayo, luego de presentar síntomas durante dos semanas en Los Chiles, tales como tos, fiebre y malestar general al tener problemas de respiración.
“El protocolo a nivel institucional de país, al existir un caso como éstos, es buscar a personas que sean portadoras o que tengan o posean los mismos síntomas. En este caso a nivel regional están aplicando un protocolo en busca de pacientes o personas que tengan síntomas como este paciente ya diagnosticado de tuberculosis”, dijo Carrillo.
“Hasta el momento todo ha salido negativo (de más casos), por lo cual estamos tranquilos porque solamente este paciente se ha diagnosticado con la enfermedad. Se realzaron cercos sanitarios, revisión de albergue y ya no se encontró más personas con síntomas porque esto se viene revisando desde el pasado 28 de mayo”, añadió.
Según el doctor, el ghanés ya había sido diagnosticado en su país con la misma enfermedad y al parecer llegó a Costa Rica mal curado, condición que junto al tipo de vida que han tenido en el recorrido migratorio a la intemperie, agravó su estado de salud.
“Su condición de salud ahora es muy buena, estará 15 días internado mientras se le aplica antibióticos”, explicó Carrillo.
Cientos de africanos que transitan libremente por Costa Rica, se han aglomerado en distintos puntos del país, desde Peñas Blancas hasta Los Chiles, presionando para poder cruzar a Nicaragua y poder continuar su ruta hacia Estados Unidos.
A más de mil africanos Costa Rica les permitió el ingreso en abril por la frontera con Panamá, días después de que el país canalero denunciara que posiblemente este país les violentó los derechos humanos a un grupo de ellos que habían cruzado irregularmente a territorio costarricense, y que fueron regresados por la policía a Paso Canoas, el punto divisorio de las dos naciones.
La mayoría de ellos están en cuatro grupos en el Cantón de La Cruz, cerca de la frontera de Peñas Blancas, viviendo a la intemperie pero este sábado 4 de junio Costa Rica les abrirá un centro de atención a 5 kilómetros de ese lugar, para que reciban bajo techo alimentos, asistencia de primeros auxilios y baños sanitarios.
Las autoridades de La Cruz, sus habitantes y el gobierno central, están preocupados por atender a esta población para evitar cualquier problema a la salud pública por la convivencia de los migrantes a la intemperie.
“Estamos enfocados en brindarles salud, alimentación; pero no lo hemos concretado porque ellos están enfrascados en que no quieren comida sino seguir su paso hacia Honduras”, dijo el vicealcalde de La Cruz y presidente del comité local de Emergencia, Oscar Cid.
“En ese sentido nuestras autoridades, gobierno local y parte de la salud, buscamos dar atención primaria para evitar que haya una epidemia o una situación negativa, tratamos de atenderlos, estamos la posibilidad abrir albergue para dar asistencia a madres, mujeres embarazadas, niños y personas mayores”, añadió el vicealcalde.
Costa Rica busca una salida regional a esta nueva crisis migratoria, esta vez con extracontinentales. No obstante, aún no adelanta o explica sobre gestiones que pueda estar haciendo con países de la región u organismos internacionales.
Una salida de los migrantes del país es muy complicada, dado que no llegan con pasaporte, por lo tanto no se les puede deportar al carecer de identificación, se desconoce el país real de origen, no todos hablan español y tampoco hay consulados en Costa Rica del país que aparentemente son originarios.
Además, según autoridades migratorias, resultaría un enorme gasto para Costa Rica devolverlos a su continente.