Dramático llamado a respetar la vida de migrantes
En condiciones “infrahumanas” permanecen los migrantes africanos, haitianos y de otras nacionalidades en la frontera con Nicaragua, concluyen en un comunicado emitido de emergencia por la Asociación Costarricense de Derechos Humanos (Acodehu) y la Fundación de Derechos Humanos de Centroamérica (Fundehuca).
Ambas organizaciones demandan a las autoridades costarricenses y a los gobiernos de Centroamérica y México, les brinden “una garantía efectiva del derecho a la vida de los migrantes”.
Al tiempo que demandan que sean elaborados “programas de atención humanitaria a favor de los migrantes, para que los Estados Unidos habilite los canales adecuados para que estas personas puedan migrar a dicho país de forma legal”.
A su vez, Acodehu y Fundehuca plantean a los diferentes estados “adoptar medidas de protección, prevención y asistencia ante lo que legislan los protocolos, convenciones y acuerdos internacionales en materia de derechos humanos a favor de la población migratoria”.
EN MANOS DE COYOTES
Se estima que más de 2,000 migrantes que se encuentran varados desde hace varios meses en suelo costarricense, en la frontera con Nicaragua, quienes ante la negativa del Gobierno de Daniel Ortega de permitirles libre tránsito por el territorio nacional han caído en manos de coyotes o por su cuenta han intentado avanzar hacia el norte, lo que ya causó la muerte de 10 de ellos.
Señalan ambas organizaciones de derechos humanos que en una visita realizada al sitio contactaron que los extranjeros “se encuentran hacinados, en espacios físicos muy reducidos y no tienen suficiente agua, alimentos ni colchonetas para pernoctar”.
HERMETISMO INSTITUCIONAL Y MIGRANTES EN ZOZOBRA
A esto le agregan que el entorno en que estos permanecen pulula la basura, las moscas que junto a las altas temperaturas y la incertidumbre “porque no saben que va a suceder con ellos en términos migratorios”provoca entre los migrantes “hermetismo, zozobra, desconfianza” con quienes los visitan.
La situación de la salud es una de las principales preocupaciones tanto para los migrantes como para los dirigentes locales donde están ubicados los campamentos de los migrantes en territorio costarricense, que les hace temer una epidemia, señalan ambas organizaciones de derechos humanos.