Menos lluvias y pocas probabilidades de huracanes. Esto es lo que se espera del cierre de la temporada de invierno
Aunque octubre es conocido históricamente como uno de los meses más lluvioso, este año las proyecciones indican lo contrario

Las proyecciones de lluvias para lo que resta de la temporada invernal indican que habrá una considerable disminución en las precipitaciones a nivel nacional, pese a que octubre es conocido históricamente como uno de los meses más lluviosos y es cuando más se registra la formación de huracanes, debido al aumento de la presencia del fenómeno del Niño en la región, explicó el agrometeorólogo y director del Observatorio de Fenómenos Naturales (Ofena), Agustín Moreira Chiong.
“Las condiciones del comportamiento del fenómeno del Niño nos indica que estamos teniendo bastante disminución en relación a las precipitaciones muy cercanas al Caribe de Centroamérica, esto implica que en el territorio nacional ha disminuido sus intensidades de lluvias (…) Se tiene el pronóstico de que el próximo año entraremos a un ciclo de sequía severo, que es el caso del fenómeno del Niño que nos afectará bastante”, alertó el especialista.
Moreira destacó que el pronóstico para los próximos días es que las lluvias que se presenten serán de “forma bastante esporádica” y principalmente en horas de la tarde. “Todas estas lluvias van a estar por debajo de las normas, principalmente en la zona central de Nicaragua, durante este periodo de 10 días”, manifestó.
“En estos primeros días de octubre, en el Pacífico se estarán generando lluvias leves, en la zona central poco regulares y en la zona del Caribe se pueden estar generando un poco menos o más (precipitaciones) en relación al comportamiento de ingreso de las bajas presiones u ondas tropicales”, aclaró Moreira.
El agrometeorólogo mantiene que el comportamiento del invierno este año ha sido “muy bueno” debido a la presencia del fenómeno de la Niña” y el Niño Neutral, sin embargo estos han venido disminuyendo por la presencia, cada vez más marcada, del Niño.
¿Qué se espera del cierre de la temporada de huracanes?
Debido al aumento de influencia del fenómeno del Niño para el próximo año, la intensidad de fuerza para la creación de huracanes ha disminuido, pero esto no significa —explicó el experto— que en el transcurso de las semanas pueda cambiar este comportamiento. La temporada de huracanes finaliza el 30 de noviembre, según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (por sus siglas en inglés).
“Ya está influyendo el aumento del fenómeno del Niño para el próximo año. Estos cambios bruscos atmosféricos están creando que se disminuya la intensidad de fuerzas de los huracanes porque inclusive se ha completado la mayoría de los nombres de huracanes en el Atlántico, pero aún estamos esperando un comportamiento para finales de octubre (…) El cierre de la temporada de huracanes es el 30 de noviembre, eso significa que de aquí a esa fecha aún tenemos posibilidades para que se den algunos eventos, pero la tendencia que tenemos desde septiembre es la baja de precipitaciones”, señaló el agrometeorólogo.
Moreira enfatizó que no es que no habrá presencia de lluvias en lo que resta de la temporada, sino que las que se presenten no serán tan fuertes como las registradas el año pasado. Por ahora se cuenta con el ingreso de las ondas tropicales 34 y 35, pero aunque estas generen precipitaciones “no son tan prometedoras con relación a las que hemos tenido siempre de un periodo lluvioso en octubre”.
“Para noviembre tendremos condiciones aún más bajas (de lluvias) y eso significa que si no se presenta un evento extremo de un posible huracán fuerte, del Atlántico hacia el Caribe, las condiciones de lluvias disminuirán paulatinamente conforme vamos cerrando el periodo lluvioso 2021”, reiteró el experto.
Comportamiento de las actividades agrícolas
Moreira explica que si bien toda la temporada lluviosa hasta el momento ha sido beneficiosa para el sector agricultor nicaragüense, consideró que de seguir aumentando la influencia del Niño en la región, esto podría crear “condiciones de estrés” en este sector debido a la inseguridad en los cultivos, sobre todo en el Corredor Seco.
“Esto viene a crear condiciones de estrés que se inicia en este mes de octubre a medida que están saliendo las cosechas de primera, también vamos a tener alguna inseguridad en relación a cultivos que pueden tener riesgos porque en el Corredor Seco tenemos pocas precipitaciones y eso nos va a estar afectando en el transcurso de este mes. Ahora, a nivel de la región debemos estar claros que estas condiciones pueden ir cambiando, algunas áreas pueden estar buenas, pero el Corredor Seco va a estar sufriendo más este tipo de condiciones”, expresó el experto.
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Por su parte, Álvaro Vargas, presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic), manifestó que aunque hubo retraso en las siembras, debido al inicio tardío del invierno y porque no se cumplió lo que estaba proyectado —lluvias por encima de los promedios históricas en el primer trimestre de la temporada—, el periodo ha sido “bastante bueno” para las actividades agrícolas, y espera que este comportamiento se mantenga al menos hasta el fin de año.
“Lo único es que el invierno entró tarde y hubo disminución de lluvias, entre un 10 y 35 por ciento de agua, dependiendo de la zona”, declaró Vargas, indicando que la producción nacional hasta ha visto aumento. “Tenemos entendido que el 90 por ciento de la siembra de postrera en frijol ya está sembrada, vamos a ver la (siembra) de apante”, añadió.
“Ahorita el invierno ha sido favorable para la producción agrícola, ya se normalizó luego de la disminución al inicio (de la temporada)”, manifestó Vargas, quien ejemplificó que han sacado 1.1 millones de quintales de frijol, lo que generalmente se produce cada año. Nueva Segovia, Matagalpa, Estelí, Madriz y Jinotega son los departamentos que más han producido este grano.
Vargas señaló que por ahora no han trabajado en las proyecciones para el próximo año porque estas son cambiantes, aunque destacó que seguirán “muy de cerca” el comportamiento del Niño.
“Si este año tenemos un déficit importante en las lluvias (al finalizar la temporada) (…) El año 2022 y 2023 serán de mayor impacto debido a una sequía extrema, por lo que es necesario desde ahora reforzar y dar apoyo con la asistencia técnica y económica al productor pequeño, principalmente”, aconsejó por su parte Moreira.