Ortega ordena crear dos cogerentes en la empresa que administra el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino
La Empresa Administradora de Aeropuertos Internacionales (EAAI) de Nicaragua ha sido fuertemente golpeada por la crisis sociopolítica en abril del 2018 y luego la pandemia en el 2020, que afectó el sector turístico y trastornó las operaciones de las aerolíneas.

Pese a que la Empresa Administradora de Aeropuertos Internacionales de Nicaragua (EAAI) no pasa su mejor momento, ante la imposibilidad de recuperar las aerolíneas procedentes de Estados Unidos y los problemas financieros que acarrea desde hace varios años, el régimen de Daniel Ortega envió este martes a la Asamblea Nacional una reforma a la ley creadora de dicha empresa para nombrar a dos cogerentes, lo que aumenta el costo de planilla.
La reforma de ley entró este martes a la Asamblea Nacional con trámite de urgencia, para supuestamente acoplar las direcciones superiores de los entes descentralizados “a las demandas al servicio de toda la población, organizándolas según las técnicas modernas de gestión y de acorde a nuestras metas y realidades”.
Lo cierto es que el fraccionamiento de la gerencia general de la EAAI ocurre cuatro meses después de que Ortega confirmara a su hijo Laureano Ortega Murillo dentro del consejo consultivo de la misma, así como su consuegro y jefe de la Policía, Francisco Díaz.
Actualmente, la gerencia general es ocupada por Aleyda Isabel Molina y la vicegerencia por Marvin Fonseca Padilla, según aparece en el organigrama de la EAAI.
En total, el régimen ordenó una reforma a siete artículos de dicha ley, precisamente para darle poder de mando a las nuevas dos cogerencias, cuyos nombramientos aún no están claros si serán nuevos funcionarios o mantendrán a la actual gerente así como a Fonseca.
La Empresa Administradora de Aeropuertos Internacionales (EAAI) de Nicaragua ha sido fuertemente golpeada por la crisis sociopolítica surgida en abril del 2018 y luego la pandemia en el 2020, que afectó el sector turístico y trastornó las operaciones de las aerolíneas.
Al finalizar el 2021, la EAAI cerró con un déficit financiero de 367.43 millones de córdobas (unos 13 millones de dólares), según la Sociedad Calificadora de Riesgo Centroamericana (SCRiesgo).
Y aunque la EAAI decidió en julio del 2020 reabrir el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino, hasta este 28 de junio no había podido restablecer por completo los servicios que las aerolíneas prestaban a Nicaragua antes de la pandemia. Especialmente las aerolíneas de Estados Unidos siguen sin confirmar su retorno, pese a que el Gobierno quitó como requisito presentar una prueba de PCR negativa de covid-19 este mes, una medida que afectaba también a los tripulantes.
En términos generales, los ingresos de EAAI se componen en un 78 por ciento por los servicios aeroportuarios, seguido de los servicios auxiliares (12 por ciento) y los ingresos financieros (10 por ciento).
Hasta diciembre de 2021, la compañía obtuvo ingresos por un monto de 609.24 millones de córdobas, pero los gastos totalizaron 976.68 millones de córdobas, generando de esta manera un déficit de 367.43 millones de córdobas.
SCRiesgo ha insistido en que la afectación directa al sector turismo, como consecuencia de la crisis sociopolítica y sanitaria, impacta “de forma sensible” la generación de ingresos de la entidad y su situación financiera en general, pese a los esfuerzos realizados por la administración para mitigar los impactos negativos.
El fraccionamiento de la dirección de la empresa de aeropuertos ocurrió pese a que la calificadora de riesgo recomienda crear un plan de política exhaustiva de ahorros para contener el gasto; buscar acuerdos de pago con proveedores, entre ellos el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), distribuidora de energía eléctrica Dissur y la Dirección General de Ingresos (DGI).
Además recomienda la suspensión de pago de convenios institucionales y procesos de compras; buscar una renegociación de los plazos de los créditos que poseen y ajustar las tarifas en servicios que así lo permitan, para mantener la competitividad.