Secretarios políticos, alcaldes y jefes de Policía: los que sostienen a la dictadura en los municipios
Los vicealcaldes y líderes comunitarios son “percibidos como figuras decorativas”, según un sondeo de percepción de Urnas Abiertas.

El cuarto informe de Urnas Abiertas, denominado “Análisis del poder local”, destaca que los secretarios políticos del partido gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), los alcaldes sandinistas y los jefes locales de la Policía son los tres actores predominantes que sostienen el poder de Daniel Ortega en los 153 municipios del país.
El informe analiza el poder local y el control del FSLN en las alcaldías de Nicaragua, para responder cómo el régimen orteguista controla todos los municipios de Nicaragua.
En septiembre pasado, el observatorio electoral Urnas Abiertas presentó un sondeo nacional de percepción. La población que participó confirmó que “los tres actores que ejercen mayor poder en los municipios son: secretarios políticos, alcaldes y jefes de Policía”, mientras que los vicealcaldes y líderes comunitarios son “percibidos como figuras decorativas”.
El estudio identificó 12 patrones en los municipios que explican el control del régimen de Ortega en los territorios, entre estos destaca:
El poder real es ejercido principalmente por los secretarios políticos del FSLN, en algunas ocasiones son los mismos alcaldes, en otras esta figura ostenta más poder que las autoridades municipales.

Los secretarios políticos además de concentrar poder y ejercerlo de manera autoritaria, se benefician y promueven la corrupción local a través de nepotismo y tráfico de influencias, principalmente.
El ejercicio de poder local es totalmente vertical y autoritario, la estructura partidaria del FSLN emite órdenes desde el poder ejecutivo, los secretarios políticos en todos los niveles están a cargo de velar por su ejecución, sin embargo, no tienen mayor influencia en la toma de decisiones relevantes.
Los jefes policiales han recibido y concentrado mayor poder en sus localidades como premio por la represión ejercida contra la población opositora a partir de abril de 2018.
Las figuras de mayor poder local están a cargo del andamiaje represivo en los territorios. La población señala que desde las alcaldías se financió a grupos paramilitares y fuerzas de choque en 2018, algunos se encuentran activos en la actualidad.
“Policía ejerce el poder del miedo”
El sociólogo y municipalista, Silvio Prado, participó como invitado este miércoles 12 de octubre en un conversatorio virtual promovido por Urnas Abiertas, para abordar los resultados del cuarto informe.

Prado señaló que la Policía y los secretarios políticos del FSLN están ejerciendo un poder fáctico en los municipios, porque nadie los elige en un proceso electoral, para imponerse como autoridades en los territorios. En el caso de los alcaldes, aunque son la autoridad legal en los municipios, no son el resultado de votaciones libres y justas.
Prado valoró particularmente el caso de los jefes policiales, que para él “ejercen un poder del miedo”.
“Es el poder del miedo, es el poder de la represión, es el poder de las armas. Esa percepción de la Policía como poder local no existía antes, porque no estaba vertebrado el Estado como Estado policiaco. Se trata de un poder para infundir miedo”, manifestó Prado.
Asimismo señaló que la Policía es una “autoridad delegada”, que depende de una institución, con funciones claras de resguardar la seguridad ciudadana, sin embargo, es usada como instrumento de represión para callar las voces críticas.
El sociólogo señaló que la preeminencia de los jefes de la Policía y los secretarios políticos del partido gobernante, confirma que no existe el “poder local democrático”.
Precisó que “el poder local proviene del consentimiento que otorga la población a los electos, mediante las elecciones o el que ejerce la población de manera directa mediante mecanismos de participación”.
Nicaragua está a menos de un mes de las votaciones municipales para elegir alcaldes, vicealcaldes y concejales en los 153 municipios del país. Sin embargo, los procesos electorales no tienen credibilidad, porque el Consejo Supremo Electoral (CSE) también está en manos del FSLN y no hay duda que muchos de los alcaldes sandinistas serán reelegidos.
De las 153 alcaldías totales, 135 están en manos directamente del FSLN. Aún así, todos los gobiernos locales son controlados desde el poder central que ejerce Daniel Ortega y su esposa y cogobernante, Rosario Murillo.