Qué significará para Daniel Ortega la posible llegada de Laura Chinchilla a la presidencia del BID. Esto dicen analistas
La posibilidad que la expresidenta de Costa Rica corra como candidata a la presidencia del BID ha generado expectativas, sería la primera vez para Centroamérica. ¿Qué significaría para Nicaragua?

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A finales de septiembre, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunció oficialmente que el 20 de noviembre elegirá nuevo presidente del organismo, tras la destitución de Mauricio Claver-Carone.
La expresidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla (2010-2014) —una crítica permanente del régimen de Daniel Ortega—, se lanzó al ruedo y anunció su intención de postularse. Sin embargo, todavía no cuenta con el respaldo de su gobierno.

En estos días la costarricense se encuentra en Washington sondeando el panorama de los posibles resultados, un poco de la tarea que acordó con Rodrigo Chaves, el presidente tico quien está en la otra acera política de Chinchilla.
“Acordamos explorar esto, yo voy a darle pensamiento, voy a conversar con los socios internacionales y los amigos de Costa Rica para poder discutir con doña Laura después la decisión final del Gobierno (…) Este es un tema país, hay que valorar los pros y los contras, si hay, y tomar una decisión serena, balanceada y que avancen los intereses del país”, explicó Chaves tras reunirse con Chinchilla el 7 de octubre.
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Entre tanto, esta semana, más de 200 personalidades ticas firmaron una carta de respaldo a la candidatura de Chinchilla, entre ellos los expresidentes Rafael Calderón Fournier, Miguel Ángel Rodríguez y Carlos Alvarado.
A poco más de un mes de la elección, Chinchilla, de 63 años, podría estar en la competencia con la posibilidad de se la primera centroamericana electa para ocupar el alto cargo, tras sus predecesores provenientes de Chile, México, Uruguay, Colombia y Estados Unidos. Actualmente, tras la destitución de Claver-Carone, la presidencia interina está a cargo de la hondureña, Reina Irene Mejía.
Su primera vez tras la silla fue en 2020
Es la segunda ocasión que el nombre de la expresidenta costarricense se baraja para el cargo. En 2020 compitió por la posición, pero se retiró durante el proceso al no tener el apoyo de Estados Unidos, uno de los principales accionistas y, por ende, votantes del BID.
La Administración del expresidente estadounidense, Donald Trump, tomó la decisión de colocar a Claver-Carone en el cargo, otro férreo crítico de Daniel Ortega, que incluso lo llegó a sacar de programas de cooperación de Estados Unidos para América Latina, por considerarlo antidemocrático.
Durante su corta administración, Claver-Carone mantuvo una relación distante con la Administración de Ortega, a diferencia de su antecesor, el colombiano Luis Alberto Moreno, quien inclusive programó varias visitas y se reunió con el mismo dictador en diversas ocasiones.
En el caso de Chinchilla, actualmente es copresidenta del Diálogo Interamericano, una red de líderes mundiales que fomentan la gobernabilidad democrática, la prosperidad y la equidad social en América Latina y el Caribe.
La membresía del Diálogo Interamericano incluye a más de 100 líderes públicos y privados de Estados Unidos, Canadá y 21 países de América Latina y el Caribe. En la actualidad, 18 miembros del Diálogo se desempeñaron como presidentes de sus países, más de tres docenas se desempeñaron a nivel de gabinete, 17 ocuparon escaños en las legislaturas nacionales, el 27 por ciento está en los sectores empresarial o financiero, y siete están asociados con los medios de comunicación.
El pasado 6 de octubre, en su cuenta de Twitter, Chinchilla dijo que lo que la movía en la búsqueda de la presidencia del BID era “sumar en la resolución de los problemas del país y la región, nunca polarizar o politizar. Los desafíos llaman a la unión”.
Chinchilla ha sido crítica contundente del régimen de Ortega por las violaciones a los derechos humanos y la democracia. ¿De ser electa al frente del BID habría algún efecto directo para Nicaragua? Esto plantean analistas y especialistas consultados.
¿Habría efectos en los créditos?
Para Daniel Ortiz, director ejecutivo de la firma Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa), con Chinchilla en el BID no habría mayor implicación hacia el gobierno de Ortega, no son créditos de índole político, muchos son para la sostenibilidad, para la atención a desastres naturales, para salud, educación.
“Considero que todos estos créditos, ligados en alguna medida al tema de desarrollo, no se verían afectados”, dijo, a la vez que consideró que el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) seguirá financiando fuertemente a Nicaragua.

“Primero hay que esperar que elijan a doña Laura como presidenta del Banco Interamericano, y segundo es que el banco ya tiene una serie de criterios: indicadores fiscales, indicadores de crecimiento y otros cálculos, para ver en cuáles programas puede acceder cada país, o tiene derecho cada país”, opinó el economista costarricense.
Además, puso como ejemplo el caso de Costa Rica, que tenía la condicionante de aprobar una ley para acceder a una serie de financiamientos en el ámbito de apoyo presupuestario.
Préstamos en impasse
Por su parte, un exfuncionario del BID recordó que actualmente el organismo, desde 2018, ha suspendido nuevos préstamos. “Esa situación, mientras no mejore la situación democrática y derechos humanos, se mantendrá”.
Explicó que una cosa es la aprobación de nuevos préstamos y otra es los desembolsos de los ya aprobados. No obstante, las tendencias apuntan a financiar una mayor cantidad de solicitantes privados que a los gobiernos mismos.
“Los gobiernos presentan los proyectos de préstamos, pero en los últimos años, a medida que ha quedado atrás la Guerra Fría, hay una cantidad creciente de prestatarios que son privados. Incluso el BID tiene una ventanilla especial para el sector privado”, señaló.
Aquí coincide un economista que solicitó la omisión de su nombre y mantiene vínculos con el BID: “Nicaragua no está gestionando nuevas operaciones con el BID. Solo se está desembolsando lo que estaba contratado”.

Sobre la candidatura de la expresidenta costarricense, el exfuncionario del BID indicó que “ya es hora que toque a Centroamérica, y quién mejor que la expresidenta Laura Chinchilla. Que Estados Unidos no presente candidato y que ya ha expresado su preferencia por una mujer, favorece a Laura. Además, México y Chile ya han tenido presidentes del BID”.
Roberto Bendaña, vicepresidente de Iniciativa por el Cambio, organización de nicaragüenses en la diáspora, consideró que la gestión de Chinchilla, si logra el nombramiento, dependerá del condicionamiento o instrucciones que le den los países que vayan a respaldar su candidatura.
“Sin duda que ella ha demostrado ser una funcionaria competente y por lo tanto excelente para la posición. También sabemos que ha sido una fuerte crítica del régimen y promotora de la democracia en la región. Tiene toda la capacidad para ejercer ese cargo, sería un balance y contraparte idóneo para la secretaría general de la OEA, puesto al que también había aspirado”, indicó.
Otra mujer, de nacionalidad mexicana, también está en la competencia. Se trata de la diplomática Alicia Bárcena, ex secretaria general de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Ella es pues la candidata de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), presidente de México.

Chinchilla y el BID, desde 1959
Por esos sucesos fortuitos, el BID fue fundado en abril de 1959, en Washington DC, dos semanas después del nacimiento de Chinchilla en el distrito Carmen de San José, capital de Costa Rica.
Casada y con un hijo, de profesión politóloga, Chinchilla Miranda fue primera vicepresidenta de Costa Rica (2006-2008) y ministra de Justicia y Gracia en el mismo período durante el segundo gobierno de Oscar Arias.
Para Manuel Orozco, director de Migración, Remesas y Desarrollo del organismo Diálogo Interamericano, de hacerse efectiva, la candidatura de Laura Chinchilla representa una gran oportunidad para Centroamérica de tener por primera vez un representante a cargo del BID.
“La región vería con ojos positivos su candidatura, pues ella conoce las necesidades de países pequeños, especialmente en la época poscovid que se acompaña con mayor endeudamiento y déficit fiscal”, estimó.
Consideró que el contexto político en el que se encuentran los países es uno en que los menos demócratas no simpatizan con Chinchilla, quien es una voz global en pro de la democracia. “Sin embargo, el balance aún así será favorable hacia ella”, auguró.
La cartera en Nicaragua
Hasta julio reciente, la cartera de proyectos del BID para Nicaragua es de 2.2 millones, una cifra ínfima si se compara con la que se aprobó en el 2017, que superó los 320 millones de dólares, de acuerdo con los datos del organismo.
De igual manera, han venido reduciéndose los proyectos puestos en marcha. Para 2017 fueron 16 y para 2021 bajaron a la mitad, ocho proyectos. Hasta julio reciente, para 2022 se habían iniciado cinco proyectos y uno está en la etapa de preparación.
Entre 2017 y julio de 2022, el mayor porcentaje de financiamiento es para el sector salud, seguido de mercados financieros, agua y saneamiento, energía y comercio, entre otros.

A la fecha hay activos 36 proyectos que iniciaron entre 2017 y los vigentes en 2022.
Respecto a la deuda vigente con el BID, esta ha venido en crecimiento constante. Desde 2007, año que Ortega retornó al gobierno, hasta junio de 2022 ha crecido 375 por ciento, pasando de 476.3 millones de dólares a 2,263.8 millones, según datos del Banco Central de Nicaragua (BCN).
Para resultar electo en el cargo, el candidato debe obtener los votos de una mayoría absoluta del capital social que está repartido entre los 48 países miembros del BID y también una mayoría absoluta de los 28 países miembros en el hemisferio.
El BID tiene 26 países miembros en América Latina y el Caribe que son prestatarios, además de Canadá y Estados Unidos, que no solicitan préstamos. También están 22 países que no son prestatarios en Europa y Asia.
El BID ya tiene sus reglas
Por su parte, el politólogo costarricense Carlos Murillo recordó la candidatura de Chinchilla al cargo y la presión de la Administración Trump para que resultase electo su candidato, en contra de la práctica de que un estadounidense presidiera el BID.

Consideró además que de resultar electa “en nada va a afectar ni a beneficiar a Nicaragua porque el Banco tiene políticas muy claras y no las cambia el hecho que una persona ocupe la presidencia, no va a poder decidir si se le otorga o no un préstamo a determinado país”.
Explicó que los préstamos se aprueban siempre que el país cumpla con las expectativas y tenga los votos para beneficiarse de una solicitud de financiamiento.
Igual panorama ve para el resto de Centroamérica. “Recordemos que la región tiene una segunda opción de financiamiento que es el BCIE y una tercera que es la CAF o Banco de Desarrollo de América Latina”.
Murillo estima que el hecho de que una centroamericana ocupe el alto cargo facilitaría muchos de los procesos de negociación para los proyectos nacionales o regionales.
“Dependerá si los países centroamericanos deciden votar por ella o la candidata de México. Pienso que Centroamérica no va a tener una posición única en esta elección sino que por la crisis que padece el SICA (Sistema de Integración Centroamericana), es muy difícil la posición de consenso”, agrega.
Al respecto, el economista ligado al BID comentó que “ya que Costa Rica apoyó el candidato de Nicaragua en el SICA, podría ser que decidan retribuir. Ya se verá. Los países pequeños no obstante siempre tienen dificultades para conseguir apoyo suficiente para estas instituciones dominadas por los grandes y sus intereses”.
Estimó que en el corto plazo una nueva presidenta no afectaría la relación. “Eso está determinado por el peso de los socios que tienen más acciones y terminan siendo determinantes en las posiciones del banco”.
Desde su fundación el BID han pasado cinco presidentes: Felipe Herrera, de Chile (1960-1970); Antonio Ortiz Mena, de México (1970-1988); Enrique V. Iglesias, de Uruguay (1988-2005); Luis Alberto Moreno, de Colombia (2005-2020); Mauricio Claver-Carone, Estados Unidos (2020-2022) y Reina Irene Mejía de Honduras (interina en 2022).
