Jonathan Loáisiga: nadie anda ahí buscando como lesionarse
De acuerdo al mánager Aaron Boone la lesión de ahora no requerirá de un largo plazo de recuperación, por lo que el nica estará listo para el 2024

En medio de una temporada de inicio accidentado este año, Jonathan Loáisiga pareció haber recapturado la brillantez que exhibió en 2021 cuando se convirtió en uno de los mejores relevistas del beisbol. Estaba filoso de verdad. Bajó su efectividad hasta 0.56 y los Yanquis se sintieron en buenas manos con el nica en el box.
Sin embargo, de pronto regresó la pesadilla: una nueva lesión que se reflejó en sus cifras disparadas en un fin de semana frágil contra Milwaukee. El codo, operado este año para removerle un exceso óseo, se inflamó y la temporada terminó anticipadamente, justo cuando trataba de mostrar que el historial de lesiones había quedado en el pasado.
“Nadie quiere lesionarse. Nadie anda ahí buscando como sentirse mal. Lo que uno quiere es estar saludable para ayudar al equipo, para que confíen en vos y te puedan dar un buen contrato. Cada año yo me he preparado de la mejor forma posible para no lesionarme, pero de pronto, vuelva este asunto y lo único que queda es volver a levantarse”, indica el nica.
Loáisiga vio recortada la temporada al inicio y al final, de tal modo que ha concluid con marca de 0-2 y 3.06 en 17.2 innings. Su frecuencia ponchadora bajó a 3.09 por cada nueve innings, pero se convirtió en un experto en provocar rolas a través de contactos débiles. El problema ahora es que ha vuelto a lesionarse.
¿Te has acostumbrado a las lesiones?
No, acostumbrado no. Uno no quiere acostumbrarse a algo que le hace daño, pero cada vez que me pasa una lesión le pido a Dios que me de fuerzas para recuperar bien y volver más fuerte. Yo quisiera estar todo el año saludable, no tener molestias y ayudar al equipo todo el tiempo, pero lastimosamente me ha tocado batallar con eso y aquí estamos”.
Este año se afectó el hombro y luego el codo…
No, el hombro gracias a Dios no me ha dado problema, solo el codo. Eso me ocurrió desde la primera semana de la temporada. Recuerdo que estábamos jugando en Filadelfia y en un juego calenté normal, no me tocó lanzar. Me fui al apartamento a descansar y ya en la cama quise hacer un movimiento y sentí un hincón”.
¿Y se complicó?
Sí, me hicieron estudios y se vio que había una inflación. Entonces no viajé a Baltimore con el equipo, sino que fui enviado a Nueva York y ahí se vio la dificultad que tenía y después de conversar con mi agente y el equipo se determinó que la mejor opción era operarme. Así se dio todo al inicio de la liga y ahora de nuevo”.
La operación que se te hizo en mayo salió bien, ¿no?
Sí, fue un éxito y pude recuperarme bien gracias a Dios y a toda la gente que me ayudó. Los médicos, los trainers, la gente del gimnasio. Y también le puse todas las ganas para que todo saliera bien y así fue, hasta ahora que he vuelto a presentar molestias y se ha decidido que mejor voy a descansar para recuperarme.
¿De todas las lesiones, lo peor ha sido la que obligó a una cirugía Tommy John?
Así es. Recuerdo que me lastimé en el primer juego que lancé. Me mandaron directo desde extended en Tampa a Clase A media y en mi primera salida sentí algo raro en el codo y en los dedos. La velocidad me bajó como diez millas (96 a 86) y después de analizarme, se decidió que si quería volver a lanzar debía hacerme la Tommy John.
¿Cómo recibiste esa información en aquel momento?
Me sentí muy triste porque había iniciado bien. Y de pronto me pasó eso y uno se pregunta si hasta ahí llegó tu carrera, quizá no sea lo mío seguir jugando. Pero le pedía a Dios fuerzas y me operé. Después de la cirugía pasé un tiempo solo ahí en Tampa, el brazo no lo podía mover y me recuperé de tal modo que aún estoy aquí.
¿El proceso de recuperación es complicado cuando hay lesión?
Sí, porque primero hay que esperar que todo sane y luego comenzar de cero con el movimiento al brazo, la mecánica y los ajustes que hay que hacer para recuperar el ritmo. Cada lesión es un traspiés que uno sufre y que no solo se pone a prueba la paciencia de uno, sino también el carácter y la determinación para no desanimarse y seguir.
Cada vez que te lesionás, ¿tenés la esperanza de que sea la última?
Claro, eso es lo que yo espero. Uno no anda por ahí buscando como lesionarse, pero estás expuesto a un pelotazo, a lastimarte corriendo a cubrir primera base, a recibir un batazo, cualquier cosa puede hacerte daño, pero si uno cae tiene que levantarse. El último que quiere estar lesionado soy yo, pero qué puedo hacer.
Y esto es grave en ruta a la agencia libre…
Por supuesto, nadie quiere lesionarse y uno que tiene aspiraciones a un buen contrato, lo que desea es estar saludable y rendir bien para ayudar al equipo y que seás merecedor de un buen acuerdo, pero hay cosas que uno no las puede controlar y suceden. Así que ahora solo me queda recuperarme y tener un buen 2024.